Nadie dijo que las relaciones fueran fáciles y los matrimonios menos. En torno al matrimonio se generan una serie de expectativas que muchas veces difícilmente se ajustan a la realidad. Nos relacionamos, nos enamoramos, hacemos planes, nos equivocamos, cambiamos y crecemos como personas. Pero estos cambios (o la ausencia de ellos) a veces pueden hacer peligrar esa relación tan querida que tenemos.